Para ellos, que están perdidos. Para nosotras, que parece que nos hemos encontrado. Para encontrarnos todos en un mismo punto con humor, ironía, ternura y ¡mucho gusto!

Este blog no es un diario; son mis tripas. Vivo en una gran ciudad dónde el mar es un sólo un sueño, en un Pais que me trae de cabeza pero al que amo de Norte a Sur y de Este a Oeste. Estoy en la mejor edad para amar, en el mejor momento para sonreir a una noche de luna mora y las únicas lágrimas que ya me favorecen son las que derramo ante una fuente de gambas rojas a la plancha. Aviso a navegantes