Blogia
sexos y fobias

Castrados

Hay noticias, como la de los cerezos en flor en La Vera, o las campanadas de Fin de Año que se producen cada año y por la misma fecha , y una de ellas es la elección de hembra nueva entre un buen rebaño de ellas por parte de un reyezuelo africano. Que ya me contaréis por qué es noticia. Y es noticia, no para escándalo de varones, sino para que algunos de ellos babeen de envidia imaginándose en el pellejo del reyezuelo. Al menos éste fue el comentario de Julián Salgado, director de España a las 7 de RNE, la de todos los españoles, cuando la periodista terminó de decir su crónica: ”Más de uno sentirá mucha envidia” y se quedó tan fresco

Y digo yo, si es de todos los españoles, ¿ qué noticias me dan cada año para que yo babee ?, pues yo también tengo derecho, oiga.
Yo babearía de gusto si oyera, leyera o viera lo siguiente en cualquier medio: “Como cada año en la explanada de la Mezquita tendrá lugar a primera hora de la mañana el acto público para capar a los 300 violadores habidos en el último año, a continuación se les cortarán ambas manos a los 2.347 maltratadores denunciados durante el mismo periodo. Los 4.994 apéndices serán repartidos entre los asistentes varones para futuro escarmiento. La castración será llevada a cabo por cada una de las víctimas utilizando para ello las magníficas e históricas espadas del siglo II de nuestra era y que se vienen utilizando para este ceremonial desde tiempo inmemorial”.

También se llenaría mi corazón de gozo justiciero si me contaran que, uno, solo uno de esos aviones, cargados con babosos que no saben relacionarse con mujeres de igual a igual y se van a pagar cuatro duros por poder vomitar sus babas sobre los cuerpos infantiles de la miseria, se ha estrellado en mitad del océano, y sus cuerpos sirvieran de sano alimento de tiburones y que en un gesto de justa solidaridad por agravios pasados, sus viudas o familiares dieran la indemnización del seguro para ayuda de las víctimas o para sabotear nuevos aviones cargados con turismo sexual.

Luego dirán que me he pasado

0 comentarios