Blogia
sexos y fobias

Placer y química

Pues estoy un poco harta de que me escatimen placeres y tenga que hacer un master diario de química.

Para empezar, ya no puedo saborear un estupendo cocido con el olorcito de sus verduras y su sabor rico, rico gracias al tocino de un estupendo cerdo; eso, que acompañado de un buen tinto y una mejor compañía sería placer de dioses, se convierte en mi mente en tropecientas calorías, cientos de hidratos de carbono, miles de lípidos y no se cuántos glúcidos; éstos dependen del nº de copas ingeridas, y al cabo ese maravilloso tocino acabaría formando parte de mi contorno y eso sí que no, que una puede ser una zorra (astuta) pero nunca una cerda

Para mí siempre ha sido un placer arreglarme y cuidarme, pero es que últimamente la ciencia cosmética avanza que es una barbaridad y no doy abasto con tanto alfahidroxiácidos, ceramidas, liposomas, retinoles,y tengo la sensación de que me estoy perdiendo el último descubrimiento que va a hacer que esté más joven. Así que lo que antes era un placer de olores, texturas y frascos divinos, hoy me crea angustia.

Y es que hasta mi seta se ha contagiado de este afán de conocimiento de laboratorio y además de recomendarme no sé qué aguas minerales por su composición y propiedades, protesta cuando me ve semidesnuda untarme delicadamente el cuerpo con una crema maravillosamente perfumada en la penumbra de la habitación, argumentando que en el ambiente hay suficiente grado de humedad esa mañana como para necesitar más hidratación. Vamos, lo coge su abuelo ,que hubiera matado por poder contemplar a una mujer en semejante trance, y le liga las trompas a la abuela. Pero estos tiempos y él son así

0 comentarios