Blogia
sexos y fobias

Epitafio

“Aquí yaces, fría, como siempre”.

Ay, querido, si supieras. Porque yo estaré aquí, muerta, pero que me quiten lo bailao. Si es que no sabías ni acercarte, ni mirarme, ni tocarme, ni decirme, ni por supuesto hacerme . Menos mal que me di cuenta enseguida y te dejé hacerme poco. Ya sé que dirás que soy mala , pero en mi descargo te diré que soy buenísima, en la cama claro.
Para que te hagas una idea, como en la cocina. Bien que te gustaba mi comida y tú a comer y a callar. Nunca intenté envenenarte a pesar de que tú me envenenabas la vida y menguabas la hacienda con tanto irte de putas.

¿Te acuerdas de aquel amigo tuyo que me traías a casa a comer? Si hombre, ese que estuvo una temporada en Francia y tenía buen pico hasta para comer...me. Ese que hablaba y hacía en francés, cada cosa. Ese que nunca te acompañaba por las noches a ir de .....copas. Mi único apoyo durante años, mi alegría y mi sueño. Tu gran amigo, si, no pongas esa cara, gracias a que lo trajiste a mi vida no te envenené. Fíjate lo que son las cosas. Ese que por desgracia se fue antes que tú y que yo. Ahora entenderás por qué puse en su lápida “Confí de fuá”. Fué lo más exquisito de mi vida.

A José Mercé

0 comentarios