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sexos y fobias

Cuando no se van de casa

En realidad el que está harto de que el hijo no se vaya de casa es el padre, la madre esta encantada. El padre desde que el niño cumplió los 21 empezó a verlo como un intruso que nada más sirve para seguir sacando los cuartos y darle trabajo y quitarle tiempo a la mujer que él se busco para estar atendido y cuidado como un rey.




Yo, en cambio, tan contenta de ver como nuestro hijo sigue viniendo a casa a comer porque como los guisos de mama nada, y es que si no fuera por él, no tendría el mas mínimo halago, ya que el seta que me busqué para compartir el nido come con los ojos fijos en el plato de un tirón y si le pregunto si le gusta, lanza un leve gruñido que yo después de años traduciendo sé que quiere decir sí. Además nunca se da cuenta cuando me cambio el peinado o el color de la barra de labios. De la ropa nueva se da cuenta para reprocharme el gasto, para él, siempre innecesario.




Con la hija es distinto, el está encantado de seguir siendo el único hombre en la vida de su niña, todos los demás son unos sinvergüenzas que van a divertirse con ella, como si la nena no se divirtiera a la par. Para nosotras las hijas en cuanto tienen 18 años nos gustaría verlas nada más que en el Corte Ingles, una hija es ideal para ir de compras, te mantiene al día y a la moda, pero si vive en casa es un saqueo continuo de ropa, cremas y maquillajes. Y la culpa la tengo yo por tener la misma talla que ella pero prefiero andar con candados en los roperos antes que engordar 500 gr. Y es que lo que tiene que hacer es echarse novio con piso, que la edad pasa, y el reloj biológico no perdona, y para luego es tarde.




En cambio nuestro hijo tienen que cuidarse de no caer en manos de cualquier niñata que a saber si ni siquiera sabe hacerle una tortilla. Porque yo lo he educado a hacer de todo en casa, no se crea que las mujeres somos sus criadas. Pero de ahí a que sea él el que tenga que hacerle todo a la vaga esa, anda y que la hubiera enseñado su madre a hacer las tareas caseras en lugar de meterle los preservativos en el bolso a los 16 añitos.




Y como no piensan irse de casa hasta que encuentren a la pareja ideal, como si eso existiera, mientras a probar todo el catalogo, que si yo hubiera tenido acceso a semejante despliegue de tíos, a mi me iba a echar el guante mi seta y es que esta niña no para de recordarme, que aunque de la misma talla, las curvas ya no están en el mismo sitio. Claro que el hijo le recuerda al padre lo que es follar un día si , otro no y el de en medio también, y lo que es peor, a mí cuando las veo salir por la mañana, sus caritas me recuerdan la mía hace 20 años. Y es que mi niño vale mucho

3 comentarios

Desconcierto -

Me siento halagado.
:$
Es increíble cuan certera es la predicción, aún si estás avisado, no? Para nosotros (mi) eres como la hija pequeña que se va al mundo a experimentar...

Nicolás -

Tienes razón en lo de la relación de los padres (varones) con nuestras hijas: nos pierden.

mila -

Desconcierto: Es en tu honor.
Gracias