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sexos y fobias

El sueño de un cotilla

La Guardia Civil ha detenido a un mirón digital de 37 años e informático en paro. Entraba en los ordenadores, no para dañarlos ni para robar nuestros datos bancarios sino para espiarnos. Leía nuestra correspondencia, nuestros movimientos en internet, manipulaba nuestras cámaras para atrapar el ángulo reducido de nuestra intimidad, sabía de nuestras intrigas, amores, conversaciones. Nos seleccionaba según fuéramos interesantes. Es decir, consumidores orgásmicos de internet,cibersexuales con la palabra, exhibicionistas ante cámara propia y voyeur desconocido. Era como Dios, que todo lo ve y todo lo sabe sobre nosotros, pero en menor escala

Al cotilleo de Dios estamos acostumbrados y no nos molesta, como El nunca dice nada, por el momento. Nos espía la CIA, sólo que la La Inteligencia imperial no puede procesar todos los datos que sobre nosotros recibe en su mastodóntica Central, Es como Dios pero más incapaz, con lo cual tampoco nos perturba ni nos alerta. También nos espía la Inteligencia de nuestro País, sólo que ésta es incapaz del todo y acabamos sabiendo más de su miserias que ellos de las nuestras.

De pequeños siempre hemos soñado con ser como el hombre invisible para descubrir a tiempo las insidias de nuestros enemigos, lo que hablan de nosotros nuestros amigos, lo que sienten nuestros amantes, las desgracias íntimas de los que nos envidian o envidiamos. Luego de mayores descubrimos que tanto saber no nos conviene, que nos haría demasiado daño y la vida perdería su mayor encanto; lo que aún tiene de misterio. Con lo cual es mejor verlas venir.

Pero el alma de cotilla no muere al crecer y nos enganchamos a programas como el Gran Hermano, dónde podemos husmear, desde el anonimato, en las intimidades de unos personajes también anónimos. A medida que les vemos barrer, chillar, bostezar, holgazanear y ponerse cachondos delante de nuestros ojos y por el mero hecho de habernos dejado cotillearles, se hacen famosos y ricos.

A mi me seduce más el espiar a conocidos y allegados desde la ingenuidad del que no se sabe espiado. Eso sí que es violar la intimidad en estado puro. Puedes saber de sus miserias, las relaciones entre ellos y con otros, manipularles; sentirte como Dios en definitiva. ¿Qué alma de cotilla se puede resistir a ello?

Pues el mirón digital no se ha resistido porque ha creado el virus que le ha dado este poder, creyendo que siendo discreto nunca iba a ser descubierta su violación de la intimidad

Al cotilla de toda la vida, el de los portales y pasillos, nunca se le castiga y es porque comparte con los demás lo que sabe. Últimamente han surgido como hongos los cotillas de la prensa rosa-amarillenta porque cobran grandes cantidades de dinero por sus chismes los cuales provienen de otras formas de violación de la intimidad o directamente de su invención según les convenga para ganar más dinero.

Y todos sabemos que en este país las difamaciones o calumnias pueden que sean pecado pero pocas veces delito

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