¿A que hemos cambiado para mejor?
Las mujeres hemos pasado de ir en pareja al servicio a ir en tropel a los museos y ambas actividades sin dejar de hablar. Porque al servicio,las señoras no vamos a enseñarnos el último modelo de bragas,sino a comentar lo que no queremos que oigan los otros comensales. Lo que no tengo muy claro es por qué vamos en manada parlanchina a los museos, paseando ligeramente la mirada por el título y la figura del cuadro y pasando inmediatamente a efectuar nuestro comentario, que creemos brillante, a nuestra acompañante y, a renglón seguido, continuar con la deriva de la conversación.
Luego trataremos de deslumbrar a nuestra pareja, familiares y vecinos con nuestra intensa actividad cultural y quejándonos de las basuras que hay en televisión e instando a nuestra prole a que vayan a visitar la exposición que es tan bonita.
Hemos pasado del té con pastas y palomitas de anís de nuestras madres y abuelas a asistir a cualquier ciclo de conferencias, presentación de libro o concierto porque está bien visto aparentar ser culto, y consumimos cultura como antes calorías. De ahí, que las mujeres maduritas ahora estemos delgadas y juveniles y patinadas de cultura a la par que de caros maquillajes.
Y además, en nuestra mesita de noche nunca, nunca falta un Código Da Vinci
Luego trataremos de deslumbrar a nuestra pareja, familiares y vecinos con nuestra intensa actividad cultural y quejándonos de las basuras que hay en televisión e instando a nuestra prole a que vayan a visitar la exposición que es tan bonita.
Hemos pasado del té con pastas y palomitas de anís de nuestras madres y abuelas a asistir a cualquier ciclo de conferencias, presentación de libro o concierto porque está bien visto aparentar ser culto, y consumimos cultura como antes calorías. De ahí, que las mujeres maduritas ahora estemos delgadas y juveniles y patinadas de cultura a la par que de caros maquillajes.
Y además, en nuestra mesita de noche nunca, nunca falta un Código Da Vinci
3 comentarios
Nicolás -
calella -
ellery -