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sexos y fobias

¡Qué mona, la nieve!

Oye, pues recién levantada me hizo ilusión ver los jardines, tejados, farolas y coches de los vecinos todos blanquitos, blanquitos. Otra cosa fue hacerle cambiar al niño, en edad cabezota, de zapatos por unas botas más adecuadas. Tarde como íbamos al colegio tuve que hacer acopio zen para conducir a la velocidad y guardar las distancias recomendadas en estos casos. Continuaba nevando y al llegar al trabajo las zonas de aparcar estaban llenas de nieve por lo que mi coche derrapaba y derrapaba, así que tuve que buscar otro sitio con menos nieve y hacer con mis pies unos surcos que me facilitara dejar el coche.




Hacia el mediodia, mi hermana me llama para decirme que tiene una comida de trabajo y no hay manera de colocar al niño,(guarderia cerrada por la nieve, canguro missing y marido inoperante), salvo que la hermanita, o sea yo misma, se lo lleve a su casa a la hora de la comida. Total ,como me fuí a casa con el coche de mi hermana para no trasladar la sillita infantil, cuando llegué a la puerta de my home, después de un trayecto sin parar de nevar, me di cuenta que las llaves de la puerta estaban dentro del coche en el aparcamiento del curro. Vuelta al trabajo, con la misma nevada, el mismo niño y yo cada vez con más hambre.




Me fuí a hacer la compra a Carrefú, niño incluido, y allí me tomé un sandwich mientras empujaba el carro. Finalizada la cual me fui al aparcamiento para trasladar las bolsas de un coche a otro. Yo me protegía de la nevada como podía con las puertas de los maleteros mientras el niño berreaba porque le debía hacer ilusión lo de salir del coche y jugar con la nieve. A continuación dejé el niño en brazos de su madre y me reincorporé a mi trabajo vespertino. Como ya tenía hecho Carrefú, a la salida, me fuí a la pescadería de mi pueblo y entre otros animalitos compré las huevas de algún pescado para freirlas el sábado y completar así una cena sevillanísima que estoy preparando. Yo no sé si os habéis percatado que las aceras de las pescaderías suelen estar mojadas de lo que chorrean los pescaditos, y en días como hoy, además, medio embarradas y heladas. ¡Cómo no me iba a pasar a mí con el día que llevaba!. Me resbalé, se me partio la bolsa y las huevas rodaron. Unos gamberretes que paraban en el bar de enfrentre se rieron y les oí decir: mira a esa se le han caído los consoladores.¡Prohibido reírse, solo admito una sonrisilla de conmiseración!




Y es que la nieve trastorna mucho, si no que se lo digan a los del Valle de Arán, que de tanta nieve y andar como pingüinos todo el día, se les ha balanceado demasiado el cerebro y sólo se les ha ocurrido pedir tratado de libre adhesión a lo Ibarretxe con Cataluña




“El Conselh Generau d'Aran, parlamento autónomo del Valle de Arán, ha aprobado hoy por unanimidad un documento en el que solicita que el nuevo Estatut de la comunidad catalana establezca un "pacto de libre unión" de este "territorio autónomo" con Cataluña. “

Pero ésta es otra historia más para llorar

3 comentarios

Desconcierto -

Perdón, la prohibición la leí cuando ya había acabado de romperla.
No te preocupes syfi, hay veces que nada el pato y hay veces que ni agua bebe...no se que quiera decir pero me pareció que venía bien
:)

Nicolás -

A mí la nieve y uno que no frenó a tiempo y patinó detrás de mí me han dejado sin coche un par de semanas. Y tengo que hacer todas esas cosas que cuentas, pero andando, sin coche...
en fin, que no estoy de humor
En cuando a lo del Valle de Arán, yo creo que todos los españoles deberíamos ser libres de hacernos de la autonomía que queramos, porque lo que no me parece justo, ni razonable, es que uno sea aragonés, vasco o catalán sólo porque haya nacido o viva allí. Es un argumento totalmente absurdo. Si uno puede elegir compañía eléctrica o telefónica, ¿por qué no va a poder elegir autonomía?

Raddle -

La nieve siempre añade un plus al día a día y tú has sabido darle la vuelta. Se nota cierto humor en tu relato. Será que reirse de uno mismo es una excelente terapia de salud mental. Seguro que este día, por la nieve, o por la huevas, lo recordarás con agrado. Un saludo.