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sexos y fobias

Vida social de las plantas

No es lo mismo un coche fúnebre con 4 coronas de flores colgadas, que seguido además, por 20 coronas a pié. Entierros con coronas de a pié se ven pocos, la verdad. Una corona de a pié sabe que adorna el entierro de un gran personaje, la corona colgada en el coche sólo se entera de su importancia si oye a una capilla musical.




En las bodas también hay un derroche de flores, y ello es para que los novios se enteren que están asistiendo al entierro de su propio amor y que el único camino de rosas que se van a encontrar en su vida es el camino al altar, después sólo alguna que otra flor en el nacimiento de los hijos y algún ramo baratito el día de los enamorados. Se impone la mentalidad práctica, y el marido, conociendo tu afición a las plantas te regala macetitas para que duren más.




Para prestancia, las plantas de los bancos o grandes instituciones, tal parece que te quieren acojonar ya desde el vestíbulo con elevadas vegetaciones de raras especies que tú intuyes carísimas y que observas siempre brillantes y lustrosas como el color del dinero que allí se maneja. La imagen del poder de un banco o de una institución son las inmensas plantas de los vestíbulos y sus cuadros siempre en gran formato. Yo siempre pienso que cuando un banquero te invita a comer pide una botella de vino mágnum.






Por más pequeños que sean lo ramitos de las mesas de los restaurantes siempre acaban estorbando y tienen que ser retirados, aunque ya han cumplido su función social. Si el restaurante es caro, las flores son naturales, si es de medio pelo las flores son de tela y si es una tasca barata de barrio, las flores o plantas son de plástico y están colgadas por las paredes. Ojo, el tipo de flores nada tiene que ver con la calidad de la comida sino con el precio de la factura.




También hay plantas en los vestíbulos de los hospitales y no sólo nos muestran las diferencias entre la sanidad pública y privada; en líneas generales, la Sanidad Privada se gasta más dinero en plantas, vistas, y cuadritos que en equipos técnicos. Aunque si quieres salvarte, olvídate de las macetas y vete a la Sanidad Pública. La Pública sólo tiene una cuantas jardineras sufridas en el vestíbulo para contrarrestar de algún modo la asepsia , los olores y el dolor que encierra en sus entrañas.




Hoy en día hay unas flores que están cobrando una importancia emergente e imparable; no se marchitan, no mueren, se pueden enviar a cualquier lugar del mundo e inmediatamente, son perfectas, no cuestan dinero, con lo cual lo único que hay que tener es sensibilidad. Se puede decir que se están imponiendo socialmente, por el momento, entre enamorados. Tienen la pega que no huelen, claro que las flores de invernadero tampoco tienen olor. Y es que internet se ha convertido en la mayor floristería del mundo. ¿Hay alguien que no haya recibido una ciberflor aún?

3 comentarios

Art_Alegoría -

Muy bien redactado.
Y clarividente.

En Prisa te pagarían 300 EUR por el post, descontándote, eso sí, la parte correspondiente del IRPF.

Y es que de botánica no entienden mucho.

Pero en lo que respecta a echar las raíces de la plusvalía ... ...

Anónima y cordialmente,

Art_Alegoría

mila -

Si apareció, lo que pasa es que al leerlo me di cuenta que lo que no había aparecido era la columna completa. Al modificarla desapareció el comentario, lo siento. Por cierto he leido tu último post. Enhorabuena, has dado en el clavo. Ese tema va a traer cola, me parece muy inquietante, ya había pensado algo sobre ello, pero no lo había plasmado en el papel

Nicolás -

Yo pienso que la conexión entre las flores y el poder tiene un componente sádico. Quien se adorna con flores o adorna sus centros de poder con flores no intenta sólo demostrar su buen gusto (que puede que lo tenga) sino su poder, al dejar patente que le da igual que mueran las flores o, mejor dicho, que sacrifica a las flores sólo para demostrar su fuerza. Es algo similar a quienes antes exhibían a sus esclavos, o a los que encendían puros habanos con billetes de mil pesetas...
(aprovecho para escribir que mandé un largo comentario a tu "post" anterior, al de las distracciones al volante pero, no sé por qué, veo que no ha aparecido...)