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sexos y fobias

Estigmas de hoy

Estoy demonizada, no confundir con endemoniada, que a mi Lucifer todavía no me ha poseído, ni Lucifer ni George Clooney, qué más quisiera yo. Estoy demonizada, porque no soy políticamente correcta y no pertenezco al rebaño del pensamiento único. Por si fuera poco, tampoco pertenezco a ningún colectivo gay, ni a ninguna comunidad histórica. Tampoco hablo ninguna lengua minoritaria. Mi lengua materna es el Español y no digo castellano porque nací en Andalucía, como tampoco hablan castellano los canarios , los colombianos, los mejicanos, por poner sólo algunos ejemplos.Por una cuestión meramente geográfica me tachan de nacionalista españolista

Estoy demonizada porque amo a España entera, tal como la he conocido, estudiado, aprehendido desde mi infancia y porque reconozco la rojigualda como mi bandera. Un francés , por poner un ejemplo cercano, puede amar a su Patria y su bandera y no le llaman fascista. Nos está permitido emocionarnos con la marsellesa cantada en el bar de Rick en la pelicula Casablanca, pero cuidado con hacerlo con nuestro himno Nacional. Por ello, me llaman fascista.

Estoy demonizada, porque me solidarizo con las víctimas antes que con los terroristas.
Es políticamente correcto cuando a los terroristas les hacen homenajes en su terruño, mirar para otro lado, pero si las víctimas braman porque tienen que cruzarse con sus verdugos por la calle, resulta que son improcedentes en sus reivindicaciones, quejicas en su dolor. Me llaman intolerante cuando digo que con los terroristas no se pacta.

Estoy demonizada, porque pienso que los niños de la inmigración no deberían entrar en el curso que les corresponde a su edad, porque eso está muy bien en alumnos que han sido escolarizados desde los 3 años, pero no en criaturas que no han recibido apenas educación ,y la poca que han recibido, ha sido en otro idioma. Estos niños necesitarían unos cursos especiales antes de introducirlos en nuestro sistema, ya de por sí deficiente, educativo. Por ello, me llaman racista.

Cuando llegó la democracia se nos llenaba la boca con la libertad de expresión, artículo más que cacareado de la nueva Constitución Europea. Vivimos unos tiempos en que si usas en libertad tu pensamiento, no puedes exponerlo en círculos mal llamados progresistas. Tal parece, que estos círculos han tomado el testigo de los dogmas de la Iglesia y , o aceptas el dogma de la izquierda, o te arrojan a las tiniebla exteriores.

Solamente puedes hablar con total libertad si cuentas a diestro y siniestro con quien te has acostado, como de grande la tiene fulanito, que te quieres cambiar de sexo, casar con tu vecina que antes era de tu mismo sexo pero ahora es machote, que también eres bisexual o adicta a las camas redondas.

Y todo esto último está muy bien, pero señores, yo no cambio por nada la libertad de mis bajos por la libertad de mi pensamiento. Por ahí no paso

3 comentarios

Anónimo -

Y si me dijeras que me quieres, te pongo casa...
:)

sexos y fobias -

La frase es de Voltaire, y muchas gracias

JR -

Como era aquella frase.. "Puedo no estar de acuerdo con tus pensamientos, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlos"
Que gran frase la del penúltimo párrafo, cuanta verdad.Un saludo!