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sexos y fobias

Nacido con pene

Siempre me he preguntado de dónde proviene la animadversión que el hombre heterosexual siente por el homosexual. Ni siquiera sé si cada hetero siente su repulsa por motivos distintos. Lo que sí sé ciertamente es que coincidiendo con la liberación de la mujer y su mayor protagonismo en la sociedad, los homosexuales han podido ir saliendo del armario.

Asumiendo que no soy hombre, me voy a permitir especular y tratar de meterme en el pellejo del macho por antonomasia. Y como no puedo llamarle hombre, porque hombres son todos independientemente de preferencias sexuales, le llamaré varón.

La repulsa no es por cuestiones morales, ya que al varón le encanta presenciar e incluso participar, en actos homosexuales entre mujeres. Es más, estas situaciones les excita sobremanera. Pero no las admite en los provistos de pene, y es que el pene, para el varón, sólo puede ser introducido en cualquier orificio, ya sea boca, sexo femenino adulto o infantil , sexo animal, pero nunca en el sexo de uno del mismo género

El varón tiende a despreciar y ridiculizar al homo porque no le entra en sus genitales que uno de su mismo género pueda abjurar de su parte masculina y potenciar su lado femenino, adoptando ademanes, gestos, coqueterías más propios de la mujer. El varón no concibe que alguien que pertenece al género dominante, el depositario de todos los valores sublimados durante siglos como la fuerza, la violencia, la dureza , “decaiga” en valores menospreciados hasta el ridículo, como la ternura, las emociones, la vulnerabilidad y la dependencia de los sentimientos.

El varón cree que su sexualidad está en el pene, es decir en la periferia, cuando en realidad está en el fondo de los sueños de que cada ser humano. El varón cree que renunciando y escondiendo a su parte femenina es más hombre.
Por otra parte, siempre he observado en el varón la inseguridad, a veces miedo sobre su sexualidad masculina, como si en cualquier momento, y sin saber por qué mutación genética inesperada, se pudiera convertir de la noche a la mañana de macho en nenaza. De ahí las bravuconerías, el continuo alarde sobre el tamaño de su miembro, la cantidad de féminas pasadas por la piedra y, una vez más, el desprecio por lo ambiguo. Se encastillan en su virilidad como si de un compartimento estanco se tratara, protegiéndola de cualquier contaminación, que a la postre, les resultará hasta enriquecedora.

Algunos hay que ya han descubierto lo gratificante de adentrarse en el mundo femenino sin perder un ápice de su masculinidad ni poder de seducción ante las mujeres, y tenemos hombres que cuidan su físico con nuestras cremas, que se relajan en baños con sales, se preocupan de la moda y la adoptan, entran en la cocina y no sólo para preparar paellas o hacer barbacoas sino para descubrir ese mundo, sensual donde los haya, y compartir recetas con nosotras.

Algunos, que ya han descubierto que de compartir recetas, se pasa a compartir confidencias y que de confidencias compartidas se pasa a camas mucho más gozosas, dónde el sexo no tiene nombre de dominante ni de dominado, sino sólo el placer de los sueños cumplidos.

Dejemos que cada cual realice sus sueños según su sexualidad le dé a entender. ¿Entiendes?

2 comentarios

Anónimo -

No sé a que hombres conoces. Yo soy hombre, con pene, heterosexual, y tengo emociones, soy vulnerable y tengo sentimientos. No alardeo de mi miembro (tampoco hay motivos), no me paso a nadie por la piedra, nos acostamos o hacemos el amor, segun el caso. Hay otros hombres, pero si hay muchos hombres así, posiblemente sea porque hay muchas mujeres que aún buscan eso en un hombre.
Si yo te tomo como un estereotipo soy un machista, si tu lo haces conmigo, ¿que eres?.
Andamos muy perdidos los hombres en estos tiempos, échanos una mano.
PD: Me gusta tu blog.

Desconcierto -

"El varón cree que renunciando y escondiendo a su parte femenina es más hombre."
La verdad, es que así nos han hecho creer (hablo por el género), además de que aún ahora, si eres emocional, LAS MUJERES te tachan de llorón. Es neta, lo he visto (desde una perspectiva poco agradable); así mismo, se nos pide guardar composturas de caballero, lo cual únicamente contradice la igualdad tan buscada.

Por la intención general, en realidad siento que mucha de la repulsión mostrada es basada en inseguridades creadas culturalmente. Habría que ver cómo lo resolvemos...